miércoles, 23 de noviembre de 2011

CARTA 03

El amor de un político siempre está más ligado a la clandestinidad, las becarias entusdiastas o las estrellas fugaces de la televisión. Winston Churchill fue un político inglés, regordete, fumador de habanos que hizo de su inteligencia y tenacidad, el espíritu que unió a Inglaterra para soportar los constantes bombardeos alemanes en la Segunda Guerra Mundial. En este carta, sin poder despegarse del todo de su flema británica, exhibe como puede ser el amor con el paso de los años, con la suma de los respetos.

Carta de Winston Churchill a su Esposa Clementine Hozier (*)
Mi querida Clemmie: En tu carta desde Madras me escribiste algunas palabras muy queridas por mí, sobre cuánto enriquecía tu vida. No puedo expresarte qué placer me dio esto, porque me siento siempre de forma aplastante tu deudor, si puede haber cuentas en el amor.... Lo que ha sido para mí vivir todos estos años en tu corazón y compañerismo ninguna frase puede transmitirlo. El tiempo pasa velozmente pero, ¿no da felicidad ver cuán grande y creciente es el tesoro que hemos recolectado juntos, en medio de las tormentas y de las tensiones de tan agitados y en cantidad trágicos y terribles años?
Tu amante esposo

(*) esta carta que habla al final habla de “agitados, trágicos y terribles años” fue escrita en Enero de 1935. Todavía quedaban 4 años para el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

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